lunes, 15 de febrero de 2016

Las primeras .

Mis primeros poemas , a los trece años. 



No lloran las gaviotas




Ahora se que no lloran las gaviotas,

Sólo vuelan, sólo vuelan

Y yo malgasté lo que nunca tuve

De tanto soñarlo.

De niña fui feliz y jugué,

Pero en mi casa había en el techo

Unas rayas abiertas que amenazaban

Y en la puerta, por ser la casa tan pequeña,

También la ventana.

Mi padre trabajaba, mi madre se oscurecía,

En la habitación única, todos de noche dormían,

Menos yo, algunas veces,

Que no sé que cosas pedía.

Ahora sé que no lloran las gaviotas,

Sólo vuelan, sólo vuelan.

Nunca tuve miedo a las tormentas,

Ni a las brujas, ni a la tristeza.

Siempre quise saber lo que mas detrás hay,

Siempre pensé, que las muñecas eran,

Dulces madres muertas.









  Hagamos una fiesta




Verdaderamente es una lástima

Que por no tener traje,

Te tengas que quedar en casa,

Sin poder ir a la fiesta.

Hagamos, pues, una

Para todos los que no lo tenemos.

Estoy segura que vendrían muchos,

Seria una fiesta envidiable.

No habría, tal vez, champán

Ni sala de plata y mármoles,

Pero si moqueta de hierba verde

Y decoración de corazones

Sin feos afanes.

No te haría falta corbata,

   Ni zapatos nuevos,

Ni vestido brillante.

Entre la noche,

Bajo el cielo lleno de estrellas sabias,

Se quemarían las eternas distinciones,

Los antiguos disparates.

¡Hagamos una fiesta,

y venid, venid

todos los que no tenéis traje!.




Un río de agua dulce






Igual que el agua quiero

Caer desde un monte


Sin hacerme daño ni agujeros.

No tener ningún recuerdo

Por ser a cada paso otra,

Sin conocer a la primera.

¡Ay!, un río de agua dulce

Para pasar por los lugares aliviando,

Para llevar en mis alas a los hombres

Y hacerles iguales al bañarlos.

Para sentir a cuestas

Sus nuevas risas nadando.

Para borrar sus penas

Mientras van dormidos de la mano.

Fácil, nado cálido,

Como tuvo que ser al principio,

Cuando estaba todo recién creado.

Fresco viaje acurrucados,

Como podría ser hasta el infinito,

Si eso es lo que más deseamos.

¡Ay!, un río de agua dulce, muy largo, muy largo……







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